Preparando maletas, listos, ya
Preparar la maleta tiene su aquél. En nuestro caso, las recomendaciones se limitan a una: tirad por el camino opuesto al que veáis que seguimos. Nosotros hacemos la maleta igual que los espagueti, como para cubrir las necesidades de todo el bloque de vecinos, y son doce plantas. La clave de menos es más no es para nosotros. La sutileza, los oxímoron… nos descuadran. Para nosotros más es más. Y mejor.
Recomendaciones básicas: buscar en Instagram «What to wear in (lugar de destino)» y añadir un jabón de pastilla para lavar ropa. El que nosotros utilizamos es uno de glicerina que es respetuoso con la piel delicada de los niños, y lava bien.
Por lo demás, hay una variable, aparte del clima, el tiempo de permanencia o las normas sociales y religiosas del país de destino: si viajas con niños, los espagueti se multiplican como champiñones en otoño. Y la ropa, artilugios, entretenimiento, botiquín y una cosa para cada por si acaso también. Hay una forma de preparar las maletas que, personalmente, me encanta. Es la de clasificar la ropa por días y ocasión en bolsas de congelación de Ikea.
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Nuestros hijos (ahora 2,5 y 4,5 años) preparan ellos solos sus propias maletas, cada uno a su manera y estilo. Las cierran y luego solemos tener sorpresa.
Mañana nos vamos a Marruecos. Pasaremos tres días en Ouarzazate y luego nueve en Marrakech. En medio, tres horas (edito: fueron cinco) de coche por carreteras sinuosas.