Después de cambiar dinero, y soltar las maletas, mochilas, guías y, qué desgracia, apuntes en nuestro riad, que tiene una palmera que lo atraviesa como una lanza, después de tirar algunos dirhams por ahí, nos fuimos a comer a un sitio exclusivo. No lujoso, sino EXCLUSIVO: el puesto 14 de la Plaza de Jamee el Fna (en árabe: جامع الفناء ŷâmiʻ al-fanâʼ, en francés: Jemaa el-Fna, palabra de Wikipedia). Ni cubiertos, ni servilletas, ni vasos. Todo a mano, como antaño, y con la mano derecha, que la izquierda aquí se usa para otros menesteres.
Anónimo
Que miedo de noche por esos barrios, aunque temible realmente parece el garito de la comida. Vamos, exclusivo para aventureros con protector gástrico.
Besos y seguimos pendiente al desarrollo del viaje.